Comunicación, movilidad forzada y supervivencia
“Mi papá está en Francia y mi mamá en Haití; mis hermanos, uno en Brasil, otro hermano en Francia, otro en Chile. Por el idioma es fácil ir a Francia para trabajar. Tengo contacto con la familia, pero, no con todos porque son muchos. No puedo hacerlo con todos, con la mayoría de mi familia tengo contacto en Facebook y Whatsapp, también. En el Facebook es donde tengo más contacto con la familia” [Luis, hombre haitiano que llegó a Mexicali en 2017].
En 2020 integramos un equipo de investigación e iniciamos una serie de entrevistas cualitativas, análisis de contenido en medios digitales, relatos de vida, grupos focales y revisión documental. El objetivo es comprender las causas de la migración haitiana a la frontera bajacaliforniana e interpretar los procesos de espera y arraigo. El eje de interés central es la comunicación sociocultural y la transformación de las identidades.
A la fecha hemos documentado cientos de noticias referentes a la movilidad forzada de hombres y mujeres haitianas hacia esta frontera, suscitada entre 2016 y 2018. Asimismo, avanzamos en la construcción de decenas de relatos de vida. Han surgido una multiplicidad de variables que otorgan enorme grado de complejidad al trabajo de análisis. Este proceso abierto, aunque lejano de posibilidades concluyentes por ahora permite fortalecer con datos empíricos el trabajo docente en nivel licenciatura y posgrado.
En los relatos hemos encontrado un entramado de emociones sociales que soportan los discursos de las personas en movilidad transnacional, van del orgullo a la nostalgia, de la tristeza a la humillación, para volver nuevamente al orgullo de permanecer activos en busca de una mejor vida. A pesar de los peligros, la discriminación y la xenofobia.
La frontera es un territorio de espera, así ha sido significado y re-significado. En la base de la ocupación de este espacio que se da en un tiempo específico, la comunicación y el mantenimiento de los lazos afectivos con la familia juegan un papel de primera importancia. Es en los entornos on line en donde los inmigrantes han encontrado elementos vitales de pertenencia grupal y de reconocimiento de su identidad que va transformándose conforme habitan distintos países y traspasan fronteras geográficas.
Luis antes de establecerse temporalmente en Mexicali, vivió en Porto Alegre, Brasil. Mantiene conocimiento del territorio cultural que vivió en su infancia y adolescencia a través de Youtubers e Influencers haitianos que narran las situaciones sociopolíticas actuales. Prefiere esos nuevos géneros de comunicación porque las noticias en soportes tradicionales lo mueven a la nostalgia y a la tristeza.
“No leo periódicos de Haití ni trato de enterarme de noticias porque a veces te da tristeza y cada vez que escucho eso no me gusta saber lo que está pasando; las noticias me dan tristeza; noticias buenas sí, pero malas no me gusta”.
La construcción simbólica de nuestros mundos, como señala Manuel Martin Serrano, es el resultado de conflictos subjetivos y objetivos, individuales y colectivos, que se suscitan entre las necesidades y los valores, entre los deseos y las limitaciones. La comunicación institucional con otras fuentes de información no menos influyentes, puede activar esos conflictos; también puede esforzarse en canalizar el desenlace hacia un estado de conciencia o hacia una actuación inducidos por el Relator. Pero el Relator no puede asegurar con certeza cuál va a ser el resultado que su intervención comunicativa…”.
Luis y su familia, como miles de personas en movilidad forzada, reelaboran sus mundos y significados a través del consumo de productos comunicativos y activan su memoria emocional ligada al origen que imaginan [seguramente poco existe en la territorialidad de Haití] en la interacción dentro de entornos sociodigitales.
La relevancia de la comunicación móvil en las sociedades contemporáneas está comprobada y ha sido un tema muy tratado en los ambientes universitarios, pero, para Luis estos procesos de comunicación sociocultural lejos de atarse a conceptos académicos, se tratan de un verdadero mecanismo de supervivencia.
*[No. 51/2021]. El autor de esta publicación es profesor-investigador
en la Facultad de Ciencias Humanas, UABC.
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