Representaciones mediáticas de la frontera. Mexicali trending topic por narcoviolencia
La embajada de los Estados Unidos en México lanzó una alerta a sus ciudadanos para que reconsideren viajar a Mexicali, su Valle o a la zona noroeste del estado de Sonora, debido al incremento de narcoviolencia. Este mensaje colocó nuevamente, en términos simbólicos, a esta frontera como un lugar peligroso, de instituciones de justicia débiles y sin aplicación efectiva de la ley.
La frontera ha sido representada históricamente en el cine y la literatura, como una zona de batalla y fuegos cruzados, que se dan en un marco de sobornos y colusión de autoridades de los distintos órdenes de gobierno. Esas historias emergen de la llamada realidad social y son recreadas en el arte. De manera recursiva, regresan vestidas de una mirada particular que retroalimenta las representaciones sociales de mujeres y hombres que viven, narran o interpretan la cicatriz fronteriza.
La noticia de la alerta emitida el 9 de abril fue ampliamente difundida. Medios de ambos lados de la frontera, de la ciudad de México y otras zonas del país reprodujeron el llamado a evitar, en la medida de lo posible, trasladarse a Mexicali y su Valle agrícola. ¿Cómo se representa en el imaginario de los vecinos de California y Arizona a Mexicali? ¿Qué afectaciones generan este tipo de alertas en la construcción simbólica de esta zona como destino turístico, entre la población norteamericana?
La conformación de corrientes de opinión y la generación de representaciones acerca de los distintos fenómenos del mundo, en la actualidad pasa en buena medida por los medios de comunicación y las redes sociodigitales. Mujeres y hombres elaboramos representaciones de nuestra realidad cimentadas en creencias, principios y valores; esos preceptos otorgan significado a nuestro presente.
Mexicali como categoría temática no se ubica frecuentemente entre los trending topics de las redes sociales ni en la cobertura mediática realizada por empresas informativas de otras zonas del país y del mundo. Mexicali no tiene el sex-appeal de Tijuana, por ejemplo. Por ello, que se represente internacionalmente como espacio de peligro genera significados sociales negativos sobre la ciudad, los cuales impactan en ámbitos objetivos como los negocios y el ya mencionado turismo. Lo cultural, lo simbólico, importa. Demasiado.
"Mexicali como categoría temática no se ubica frecuentemente entre los trending topics de las redes sociales ni en la cobertura mediática realizada por empresas informativas de otras zonas del país y del mundo. Mexicali no tiene el sex-appeal de Tijuana, por ejemplo".
En los últimos 5 años la Embajada de Estados Unidos en México ha publicado solamente en 6 ocasiones temas relacionados con Mexicali, en sus contenidos de página web. La más reciente, es el tema de este apunte. Las otras se dieron en 2020, 2018, en 2017 -2 ocasiones- y una más en 2015. Los temas estuvieron relacionados con el cierre de las oficinas para trámite de visa en la capital de Baja California y el resto por las acciones de internacionalización de un Centro de enseñanza superior, de esta ciudad.
En nuestra región el alud de noticias de registro de aspirantes a las alcaldías y las campañas para la gubernatura sepultaron la noticia de alerta sobre Mexicali, por ser un espacio peligroso. La agenda política y mediática está concentrada en la contienda electoral. La agenda pública es más compleja y difícil de interpretar. Mexicali se compone de muchos grupos diversos que construyen significados a partir de lo que pasa en el barrio o en el ejido, en la calle. En esos espacios microsociales ocurren los robos y los secuestros.
La percepción de inseguridad entre muchas y muchos mexicalenses, dista enormemente de ese slogan que dice somos la ciudad más segura del estado. Todo depende desde donde observas y construyes tu realidad, tu mundo de vida. Si observamos la ciudad desde una camioneta blindada y rodeados de escoltas, es posible que sí nos sintamos seguros. Desde otros ángulos, la cosa se ve complicada.
*[No. 29/2021]. El autor de esta publicación es profesor-investigador
en la Facultad de Ciencias Humanas, UABC.
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