Shitstorm en redes sociodigitales, cuerpos y censura
A propósito de la visibilización de la niñez trans.
Una shitstorm es una tormenta de comentarios de odio en redes sociodigitales. Un linchamiento. Es un fenómeno comunicacional actual, mediado por las matrices culturales de los usuarios participantes. El 29 de abril emergió una shitstorm alrededor de la convocatoria de un evento académico organizado por profesores de la Facultad de Ciencias Humanas de la UABC, sobre la visibilización de la niñez trans.
Byung-Chul Han caracteriza a las shitstorm como una de las consecuencias de la comunicación anónima fomentada en las redes, que busca destruir la reputación de los que piensan distinto. El filósofo surcoreano señala que las shitstorm encuentran terreno propicio en una cultura de falta de respeto e indiscreción.
El cartel de invitación a la charla y lectura de cuentos generó interés polarizado. Más de 15,000 reacciones, 6,600 comentarios y ha sido compartido 4.7 mil veces. Entre los comentarios destacan tres posturas. A).-La de ususarios que se oponen a la visibilización de la niñez trans; B).- La de activistas en pro de los derechos trans y C).- La de estudiantes y profesores a favor de la libertad para tratar estos temas en un ambiente universitario.
Es notoria la participación de usuarios sudamericanos en una discusión territorializada en la frontera México-EE.UU. El discurso de odio y censura prevalece en la producción discursiva. Los grupos opositores pasaron de las reacciones en el entorno online a manifestarse en el edificio de la Rectoría y llamar a un boicot contra la UABC. Su demanda central fue la cancelación del evento. Que no se hable del tema. Por otra parte, la propia facultad realizó un posicionamiento y finalmente, el evento se llevó a cabo el 30 de abril, con gran éxito en términos de organización, de divulgación y de alcance de audiencias.
Este hecho estimuló mis reflexiones. El cuerpo ha sido censurado en distintos momentos de la historia cultural de nuestra entidad. Antes como ahora, grupos antiderechos han montado campañas para imponer sus dogmas religiosos y visiones morales particulares.
El mismo 29 de abril fue inaugurado el Festival Internacional de Danza Contemporánea, con la presentación del grupo Sin Luna Danza Punk, dirigido por la destacada maestra, Rosa Andrea Gómez. Recordé que en 1998 integrantes de grupos como los que ahora se oponen a la visibilización de la niñez trans, vandalizaron el cartel del Festival Binacional de Danza, por mostrar dos cuerpos desnudos.
Edgar Meraz capturó con su lente la belleza del cuerpo femenino y masculino. Su obra fue publicada en la cartelera ubicada frente al Teatro Universitario. Le arrojaron pintura negra. Cubrieron la desnudez de los cuerpos. Dos días después rompieron los cristales del carro de la bailarina retratada de espaldas en el cartel. Fue un acto criminal para censurar el cuerpo exhibido.
El escritor Gabriel Trujillo Muñoz documentó el suceso en su libro “La otra Baja. Seis décadas de conflictos y calamidades, escándalos y controversias”. Aquí un fragmento de la carta pública de este grupo: “…manifestamos nuestro desacuerdo con la continua exhibición de obras sensacionalistas exaltando cuerpos desnudos... La continua tendencia de este tipo de obras de contenido pornográfico sofisticado (sic) en nuestro teatro universitario requiere ser detenida y enriquecida con valores verdaderamente culturales…”.
Una shitstorm es una tormenta de comentarios de odio en redes sociodigitales. Un linchamiento. Es un fenómeno comunicacional actual, mediado por las matrices culturales de los usuarios participantes.
Han transcurrido 23 años desde la censura del cartel del festival de danza al boicot contra la visibilización de la niñez trans. En retrospectiva, se observan rupturas y continuidades en los discursos de censura. Existen muchos temas relacionados con el cuerpo, la libertad y las identidades emergentes que deben pensarse en ambientes reflexivos.
En medio de tanta polarización y shitstorm en la sociedad contemporánea, las universidades siguen siendo un espacio social de convergencia de todas las corrientes de pensamiento. Es importante defender y preservar esta función social de las instituciones educativas públicas.
*[No. 32/2021]. El autor de esta publicación es profesor-investigador
en la Facultad de Ciencias Humanas, UABC.
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